Tuesday, April 27, 2010

For National Poetry Month: Julia Esquivel, "Nos Han Amenazado de Resurrección/They Have Threatened Us with Resurrection"



Lo que no nos deja descansar hermano,
no es el ruido de la calle,
no son los gritos de los jóvenes que salen borrachos del "Saint Pauli,"
no es el barullo de los que pasan agitados
hacia las montañas.

Lo que no nos deja dormir,
lo que no deja descansar,
lo que no deja de golpear
aquí dentro,
es el llanto silencioso cálido
de las indias sin sus maridos, es la mirada triste de los niños
clavada más allá de la memoria,
en la misma niña de nuestros ojos
que durante el sueño
velan cerrados
en cada diástole,
en cada sístole,
en cada despertar.

¡Se nos fueron seis ahora,
y nueve en Rabinal, y dos, más dos, más dos
y diez y cien y mil
en todo un ejército
testigo de nuestro dolor,
de nuestro miedo, de nuestro valor,
de nuestra esperanza!

¡Lo que no nos deja dormir
es que nos han amenazado de Resurrección!
¡Porque en cada anochecer,
fatigados ya de los recuentos
sin fin desde 1954,
todavía seguimos amando la vida
y no aceptamos su muerte!

Nos han amenazado de Resurrección,
porque hemos palpado sus cuerpos inmóviles
y sus almas penetraron en la nuestra
doblemente fortalecida,
porque en este maratón de la Esperanza,
siempre hay relevos
para portar la fuerza
hasta llegar a la meta
más allá de la muerte.

Nos han amenazado de Resurrección,
porque no nos podrán arrebatar
ni sus cuerpos,
ni sus almas,
ni sus fuerzas,
 ni su espíritu,
ni su misma muerte,
ni menos aún su vida.
Porque ellos viven
hoy, mañana y siempre
en la calle bautizada con su sangre,
en el aire que recogió su grito,
en la selva que escondió sus sombras,
en el río que recogió su risa,
en el océano que guarda sus secretos,
en los cráteres de los volcanes,
Pirámides del Alba,
que tragaron sus cenizas.

Nos han amenazado de Resurrección,
porque ellos están más vivos que nunca, porque pueblan nuestras agonías,
porque fertilizan nuestra lucha,
porque nos levantan cuando caemos,
porque se yerguen como gigantes
ante el miedo de los gorilas enloquecidos.

Nos han amenazado de Resurrección
porque ellos no conocen la vida (¡los pobres!)

Ese es el torbellino
que no nos deja dormir,
por el que dormidos, velamos,
y despiertos, soñamos.

No, no son los ruidos de la calle,
ni los gritos de los borrachitos en el "Saint Pauli,"
ni la algarabía de los deportistas. Es el ciclón interior de una lucha de colores
que sanará aquella herida del quetzal
abatido en el Ixcán,
es el terremoto que se acerca
para sacudir el mundo
y poner cada cosa en su lugar.

No hermano, no es el ruido de la calle
lo que no nos deja dormir.

¡Acompáñanos en esta vigilia
y sabrás lo que es soñar!
¡Sabrás entonces lo maravilloso que es
vivir amenazado de Resurrección!
¡Soñar despierto,
velar dormido,
vivir muriendo
y saberse ya
resucitado!

Julia Esquivel, Threatened with Resurrection: Prayers and Poems from an Exiled Guatemalan (Elgin, IL: Brethren Press, 1982).